Capítulo N°55 de "Sos mi guía"

Hola, mil perdones por no subir el capítulo cuando lo tenía que subir! Es que esta semana con el comienzo de mis clases (voy a la secu) se me complicó un poquito, y el sábado o el domingo cuando tenía tiempo libre, pero se me pasó el finde volando! Bueno, sin más detalles de mi vida, les dejo el capítulo de hoy! Recuerden que ya ahora sí, nos estamos acercando al final! Sí cómo lo digo, con un poco de nostalgia, pero es real! Bueno, ahora sí: 

En el capítulo anterior: 

Vico: ¡Buen Día mi amor! Cómo tardaste en despertarte ¿Eh? 
Cande: Buen día hermoso, ¿En serio tardé mucho?
Vico: Sí, mas o menos media hora. Jajaja
Cande: Fua, se ve que estaba cansada. 
Vico: Si, jajaja. ¿Estás lista para este día?
Cande: ¿Qué día? 

Capítulo Nº 55: 

CUENTA CANDE: 

Miré muy confundida a Vico, pensando que si hoy era realmente el día del casamiento o era otro día. 

Vico: ¿Cómo que no sabes qué día es hoy? 

Cande: No, en serio, estoy muy confundida, me acabo de levantar y como que todavía no sé en dónde estoy parada, por decirlo de alguna manera... 

Vico: En nuestro día de casamiento mi amor, hoy legalmente vamos a ser marido y mujer. 

Cande se acerca más a él y le da un beso. 

Cande: ¿Alguna vez te dije que te amo y que nadie en este mundo me hizo tan feliz como vos? 

Vico: No... -Haciéndose el indiferente.

Cande: Bueno, ahora lo sabés. 

Le da otro beso más. 

Vico: No quiero terminar con este momento tan lindo, pero nuestro día se hace corto y tenemos mucho por hacer! ¿No? 

Cande: Sí, es verdad. Bueno, yo me voy a duchar y después me voy para la casa de Euge para prepararme para la gran noche. 

Vico: Bueno hermosa. 

Cande agarró a Vico de la remera que tenía puesta para acercarlo hacia ella, y le dio un largo beso. 

El día recién comenzaba, pero como le pasa normalmente a uno, se le pasa volando. Sin embargo, este día lo iba a disfrutar a más no poder, iba a ser uno de los días más importantes de mi vida. Uno no vive su casamiento todos los días, sí, puedes ver videos o fotos de ese día, pero nunca volverlo a vivir. Y como dice una frase muy popular, "La vida es una sola, y hay que vivirla". Nada ni nadie me va a arruinar este día tan mágico y especial para mí! Mis nervios, eran inexplicables. Todo me temblaba, no me imaginaba lo nerviosa y feliz que iba a estar cuando llegue al altar. 

Llegué a la casa de Euge a las 9 en punto de la mañana. Sí, llegué un poco temprano porque tenía que hacerme una sesión de masajes para relajarme. Estaba muy estresada con todo el tema de que esté todo perfecto, con el catering, el cotillón, mi vestido, que la maquilladora esté a la hora que le había dicho, que la decoración esté tal cuál la pedí y todo eso, que por más mínimo que sea te estresa. Había llegado muy temprano, Euge estaba despierta, pero era temprano para empezarme a preparar para la gran noche. Nos pusimos a tomar unos mates con unas galletitas, mientras tanto charlábamos, a las diez y media llegaba la masajista, y a partir de ahí mi día empezaba. 

Rapidísimo, cómo si alguien hubiera cambiado las agujas del reloj, se hicieron las diez y media. Llegó la masajista y la sesión duró 1 hora y media. Después de esto, almorzé con Euge un rico plato de pastel de papa. A las dos ya estaba la maquilladora y me empezó a pintar las uñas de la mano y de los pies con color blanco casi transparente, inclusive la francesita blanca. A continuación, me maquilló el rostro. Eran tonos que simulaban ser naturales, no era un super maquillaje que me hacía resaltar mucho la cara. Yo quería que mi vestido se luciera. Desde chiquita, soñaba con casarme con mi príncipe azul y vestirme con un vestido blanco, como el de las princesas de los cuentos. Volviendo al maquillaje, mis ojos, tenían una sombra blanca brillosa, un rubor casi al tono de mi piel y mi labios tenían un brillo que hacía que no sobresalte mucho. Después de todo el maquillaje, llegó el peinado. Y por último el vestido, el vestido que tanto imaginaba. Todavía me acuerdo lo que fue elegirlo, estaba muy indecisa al principio porque no me decidía por qué vestido encargar y llevar, mi mamá que me había acompañado ese día, me decía no elijas al azar, seguí tu instinto y vas a ver que vas a encontrar uno que sin decir a la fuerza que te gusta, te va a encantar. Y como me pasa con la mayoría de las cosas, mi mamá termina siempre teniendo la razón. Entre los miles vestidos que me probé ese día, finalmente, me probé el indicado. Sin ser orgullosa de mi misma, sentí que ese vestido me quedaba a la perfección, y por impulso e instinto, dije este es mío, me lo llevo, cueste lo que cueste me lo llevo, y así fue cómo lo obtuve. Volviendo al día de mi casamiento, al ponérmelo, mientras me miraba al espejo, me sentía una princesa. Ya estaba casi lista, me faltaban algunos detalles, pero ya estaba lista. 

CUENTA LALI: 

Estaba llegando al médico con Peter, para hacerme la ecografía. En ésta, se iban a determinar los sexos de los bebés. Con Peter estábamos muy emocionados al saber que nuestro amor iba a dar frutos por dos. Nosotros, no nos preocupamos mucho por qué queríamos que sean, lo único que nos importaba era que ellos nazcan sanitos y que sean felices. Lo único que sí, era que estábamos pensando los nombres de los bebés. Teníamos posibilidades de que sean dos nenas o dos nenes. Pero igual por ahora no había nada seguro. 

En el médico, mientras me estaba haciendo la eco: 

Obstetra: Bueno, Señorita Espósito, usted sabe que son dos bebés ¿No? 

Lali: Sí, sí, hace un tiempo me enteré.

Obstetra: Pero, todavía no se saben los sexos ¿cierto?

Lali: No, todavía no los sabemos. 

Obstetra: Bueno, entonces a ver...

Después de cinco minutos, el obstetra volvió a hablar. 

Obstetra: Es una nena y un nene. ¡Felicitaciones tienen armada la parejita! 

Lali: Ay, no lo puedo creer! Se armó la parejita. 

Peter: Sí, con una nena y un nene estamos más que felices. 

Nos besamos. Estábamos con una sonrisa de oreja a oreja, nada ni nadie nos la podía sacar. Todo en mi vida, hasta este momento estaba saliendo todo a la perfección.

Salimos del médico con la ecografía en la mano y volamos hasta la casa para vestirnos para el casamiento de mi prima Cande. 

CUENTA CANDE: 

Ya a punto de salir de la casa de Euge hasta la iglesia, estaba tratando de controlar mis nervios.  Estaba más que nada preocupada, por lo que podía llegar a pasar. En solamente cinco segundos todo podía darse vuelta. Estaba asustada pensando en que lo que soñé podría pasar, pero deseaba por lo que más quería que eso no suceda. 

Continuará...

~Creemos tener el capital principal; ese que sólo se puede ver "con los ojos del corazón"~

¿Qué pasará en el próximo capítulo? ¿Peter se opondrá a la unión de Cande y Vico? Mmm... muchas preguntas, pero todavía no hay ninguna respuesta, jajaja soy muy mala lo sé! 

Bueno, espero que les haya gustado el capítulo de hoy, a mí me encantó, fue una experiencia distinta al escribirlo, me pareció muy tierno y emocionante a la vez. Espero nuevamente sus 10 comentarios, no quiero ser engreída, pero yo sé que se puede llegar por la gente que lee el blog. Bueno, ahora sí, me despido hasta el próximo capítulo. 

Besoos♥ Los Amo♥