Capítulo Nº35 de "Sos mi guía"

Perdón por la demora en subir capítulo, es que las dos estábamos demasiado ocupadas. Pero acá está:

{En el Capítulo Anterior de "Sos mi guía"}

…y en la tercera imagen estaba todo bastante oscuro y yo estaba enfrente de un chico con un antifaz el cual me sonaban demasiado familiar los ojos y su mirada… y de repente todo se volvió oscuro.

Capítulo Nº35: Recuerdos.

Instantaneamente desperté. Sentía algo húmedo y acolchonado en mi espalda, y había un fuerte olor a campo. Me sentía muy mareada. Y de repente se escuchó un grito tan agudo que podía romperte fácilmente lo tímpanos. Dos segundos después, apareció Cande al lado mío.

Cande: ¿Qué te pasó, Lali? ¿Estás bien?

Lali: Sí, lo que pasa es que…

Y no pude terminar la oración ya que sentí un dolor agudo en la cabeza. Tanteé con las manos y me di cuenta de que mi cabeza estaba apoyada contra una roca. Comprendí más tarde que me había golpeado la cabeza con eso, y esa era la razón de mi mareo. Traté de levantarme, pero perdí el equilibrio y volví a caer, pero esta vez sentada. Entonces Cande vino y me ayudó a pararme.

Agarró mi brazo y lo acomodó alrededor de su cuello, y ella con sus brazos se aferró a mi cadera. Me llevó hasta mi cama, lo cual implicó que nos tropezáramos varias veces ya que yo seguía mareada y a Cande le costaba ayudarme a caminar. Finalmente, llegamos a mi cuarto. Mi prima me sentó en la cama, y se sentó a mi lado.

Lali: ¿Qué me pasó?

Cande: Tuviste una recaída, creo. Lo único que sé es que estabas parada enfrente de mi auto y a los dos segundos estabas tirada en el piso.

Lali: Qué raro… nunca antes me había pasado algo así.

Pero al instante de haber terminado de decir eso, supe que era mentira. Hace mucho, mucho tiempo atrás me había pasado algo muy similar. Ese recuerdo trajo otros bastante dolorosos que yo había decidido olvidar para siempre. Sin embargo, yo sabía que tarde o temprano iba a tener que hablarlo con alguien. Y tal vez ese era el momento, y Cande era ese alguien.

Cande: ¿Estás bien, gorda? Tenés la cara re pálida, ¿Te traigo un vaso de agua?

Lali: No… Cande, tengo que contarte algo.

Cande: Sí, obvio gord, contame lo que quieras.

No sabía por dónde empezar. En estos últimos años pasaron demasiadas cosas, y no encontraba la forma de decirlas todas bien y en el orden correcto. Era la primera vez que hablaba sobre el pasado con alguien, y me resultaba muy difícil, ya que las situaciones habían sido muy dolorosas y había jurado nunca más recordarlo.

Antes de contarle a Cande todo, dudé. Pero luego caí en la cuenta de que si no lo contaba ahora, nunca más podría.

Lali: Todo empezó una mañana en la que yo desperté muy temprano, y un tiempo después recibí un llamado. Un llamado de mi mejor amiga, Euge. Nunca se me hubiera ocurrido que mi futuro dependía de atender ese llamado o no. De alguna forma, yo había esperado ese llamado. Es difícil de explicar, ni yo termino de entenderlo todavía. En fin, atendí. Euge me contó que había un nuevo vecino en su barrio…

Le conté todo. Desde el llamado que recibí de Euge, hasta unos días antes de tener que ir al hospital. Pero en ningún momento pronuncié su nombre, no podía. Sentía como un nudo en la garganta y un vacío en mi interior. Mientras contaba todo, las lágrimas salían de mis ojos. A medida que contaba todo, sentía como si lo estuviera viviendo de nuevo. Y eso provocó que me costara mucho más expresarme. Finalmente, cuando terminé de contarle todo, al principio me arrepentí. Pero luego me di cuenta de que había hecho bien en contarlo, y supe que mi pasado ya no era un secreto. Cuando dije la última palabra, sentí como si me hubieran sacado un peso de encima. Fue un alivio muy grande. Y ahí me di cuenta de que fue la mejor elección que pude haber tomado.

Cande se quedó callada un rato.

Cande: Mirá Lali… todo esto es muy nuevo para mi y muy shockeante. No tengo palabras para decirte, y ciento que si digo algo te voy a poner peor de lo que estás ahora. Así que prefiero irme y pensar bien lo que quiero decir, antes que cometer un error.

Lali: Sí, Can, tenés razón. Andá tranquila.

Cande: Bueno, descansá que mañana te llamo y hablamos.

Entonces Cande vino, me abrazó y se fue. Cuando escuché la puerta cerrarse, sentí una gran paz interior, y me desplomé en la cama.

-Cuenta cande:

No podía creer todo lo que me había contado Lali. Cerré la puerta, y me dirigí lentamente a mi auto. Antes de entrar, me quedé mirando el lugar donde antes se había desmayado Lali, y pensé seriamente si todo lo que me había contado anteriormente había influído en eso.

Entre en el auto y me fui pensando a casa. Mi cerebro comenzó a dar vueltas y vueltas, analizando y procesando todo lo escuchado. Me concentré en todo lo que me había contado Lali sobre ese chico, aunque en ningún momento dijo su nombre. Entonces un recuerdo, que había permanecido borroso durante toda la charla, me asaltó en la mente.

Continuará…

~No recuerdo todo lo que siento pero si siento todo lo que recuerdo. Como un día me la diste viva tu imagen poseo, que a diario lavan mis ojos con lágrimas tu recuerdo.

Gracias por todos los comentarios :3

ATENCIÓN: Vamos a subir el próximo capítulo cuando haya por lo menos 30 comentarios. Puede comentar en anónimo, no cuesta nada.