jueves, 31 de enero de 2013

Capítulo Nº48 de "Sos mi guía"


EN POCOS CAPÍTULOS SE TERMINA LA NOVELA!!! Falta muy poquito, así que estén atentas. Si alguna dejó de leer la novela, empiécenla a leer de nuevo, así cuando llega el final pueden opinar!! Aviso importante: después de que termine Sos mi guía, vamos a tomarnos un descanso de una o dos semanas, y volvemos con una nueva novela ya empezada. Esta novela es muy actual, la empezó a escribir Cami hace una semana y está muy buena. Así que estén atentos. Bueno, ahora sí, los dejo con el capítulo, escrito con ayuda de Cami:

En el capítulo anterior…

Unos minutos después, sentí una mano en mi espalda. Me estaba acariciando alguien. Pensé enseguida que eran los médicos. Levanté lentamente la cabeza. Y lo que pasó todavía me sigue impresionando. Nunca, ni en mis esperanzas más locas, me hubiera imaginado eso. 

Capítulo Nº 48: Todo cambió.

Cuenta Euge:

Mi corazón se rompió. Mi mundo se derrumbó. Ya nada tenía sentido.

Entré precipitadamente en mi casa. Lloraba mucho, pero eso no me impidió llegar rápido hasta mi habitación. Nuestra habitación. Abrí el placard que le pertenecía a Pablo y saqué todas sus cosas. Las sacaba con desprecio. Abrí la ventana y fui tirando una por una sus cosas, sin pensarlo. Estaba completamente enfurecida, y llena de bronca. Una vez que terminé de tirar todas sus cosas, busqué en mi placard mi valija y metí adentro todas mis cosas. No me preocupé en acomodarlas, quería irme cuanto antes de ese lugar. Una vez que terminé, me senté en la cama y traté de descargarme, de llorar todo lo que tenía por llorar. Porque a partir de que cruzara por la puerta de la casa, tenía que ser fuerte. Lloré y lloré. Unos minutos después, ya me sentía renovada. Fui al baño y me mojé la cara. Totalmente despechada, desarmé toda la cama, que con tanto esfuerzo había armado Pablo a la mañana. Al terminar, salí dignamente de la casa.

Cuenta Nico:

Alguien tocó ferozmente la puerta de mi casa. Yo estaba en cuero cocinando, y no sabía si abrir la puerta o no. Decidí mirar por la cerradura para ver quién era. Quedé totalmente boquiabierto al descubrirlo. Abrí la puerta.
Nico: ¿Euge? ¿Qué hacés a esta hora por acá?
Euge tenía la cara totalmente demacrada y estaba mojada. Había empezado a llover, y yo ni me había dado cuenta. En fin, ella estaba totalmente destruida y con lágrimas en los ojos.
Euge: ¿Puedo pasar?
Nico: Sí… sí, obvio, pasá. ¿Qué te pasó?
Se me acercó y me abrazó fuertemente. Le devolví el abrazo, completamente perplejo.
Euge: No sé a dónde ir, no quiero volver a mi casa. ¿Me puedo quedar acá?
Levantó la cabeza y me hizo pucherito. Estuve a punto de decirle que no. Hasta el día de hoy agradezco no habérselo dicho. Era mi amiga, no podía dejarla sola, debajo de la lluvia, llorando.
Nico: Mmm no sé, tengo miedo que me llenes la casa de pulgas…
Me empecé a reír, y ella se sumó a regañadientes.
Euge: Dale, Nico, no seas malo.
Nico: Bueno está bien, dale, quedate.
Euge: ¡AY, GRACIAS GRACIAS GRACIAS!
Me abrazó de nuevo mientras se reía.
Media hora después, ella ya se había instalado. Yo tenía un sillón que se hacía cama, así que le dije que durmiera ahí, ya que yo vivía solo y no tenía ninguna otra habitación. Le di unas toallas para que se secara, y una camisa mía para que se cambiara la ropa mojada. Mientras tanto, yo me fui a la cocina a terminar de cocinar. Unos minutos después, escuché unos pasos atrás mío.
Euge: ¿Qué estás cocinando de rico?
Nico: Pizza.
Euge: Ay, yo te ayudo, me encanta hacer pizza.
En fin, cocinamos la pizza juntos. Mientras preparábamos la masa de la pizza, Euge me tiró harina en la cara. Se empezó a reír mucho mientras trataba de hablar.
Euge: Perdoname, te juro que no me di cuenta.
Agarré un puñado de harina y se lo tiré en la cara, “como por accidente”.
Nico (imitando el tono de voz de Euge): Ay te juro que no me di cuenta, Eushi, perdón.
 Y ahí se inició una pelea de comida. Nos tirábamos con harina, con mayonesa, con lo primero que encontrábamos. Nos reíamos mucho. En un momento Euge salió corriendo para buscar algo en la heladera para tirarme, entonces yo la agarré de la cintura. Ella se dio vuelta y quedó pegada a mí. Sus dos manos estaban apoyadas en mi pecho. Yo estaba sin remera, y el contacto con su piel fue embriagador. Estábamos muy cerca, peligrosamente cerca. Por impulso, acerqué mi rostro al suyo. Cuando nuestros labios estaban a punto de tocarse, tocaron la puerta. Nos separamos rápidamente, y yo fui a abrir la puerta. Me asomé por la cerradura.
Nico: Euge… es Pablo.
Euge se puso pálida.
Euge: Nico por favor, decile que no estoy. No lo dejes entrar.
Nico: ¿Pero ustedes dos no son novios? Euge, contame ya lo que está pasando. Esto no es joda.
Euge: Nico confiá en mí, por favor, no le digas que estoy acá, yo después te cuento todo.
Nico: Está bien.
Abrí la puerta y me hice el sorprendido.
Nico: Hola. ¿Pasó algo?
Pablo: ¿Dónde está Euge? Necesito hablar con ella.
Traté de parecer confuso por la pregunta.
Nico: La verdad no tengo idea, no hablo con ella desde hace dos semanas, más o menos. ¿Por?
Pablo: Sé que ella está acá. Ella siempre me dijo que si pasara algo, al primer lugar que hiría sería a tu casa o a la de Lali. Y en la casa de Lali no hay nadie. Así que la última opción que me quedaba era venir acá.
Nico: ¿Se pelearon o algo así? Ella no vino por acá, en serio.
Pablo: Ya me puse nervioso. Sé que estás mintiendo. Las cosas son así: o le decís que vuelva a casa para que podamos hablar de lo que pasó, o entro yo a tu casa a buscarla. Vos elegís.
Nico: ¿Eso es una amenaza? No te pienso dejar entrar a mi casa sin motivos.
Pablo: Sí, es una amenaza. Y bueno, vos elegiste. No la llamás, entro yo.
Pablo me empujó para poder entrar a mi casa, y yo sin pensarlo le atiné un golpe en la cara. Vi como sus ojos se oscurecieron. Ya no había forma de hablar con las palabras, teníamos que hablar con los brazos. Me devolvió el golpe. Sentí un fuerte dolor en la clavícula. Lo agarré del cogote, totalmente enfurecido.
Euge: ¡DEJEN DE PELEAR!
Pablo (intentando hablar a pesar de que Nico lo agarraba del cuello): Sabía que ella estaba acá.
Euge: Nico… Nico escúchame, soltalo. No tiene sentido esto. Soltalo, dale.
Lo solté lentamente, pero preparado para agarrarlo de nuevo si intentaba pegarme otra vez.
Euge: Ahora, Pablo, andate. Quiero que te vayas.
Pablo fue caminando hasta Euge y la agarró de la cara. Yo me paré detrás de él para asegurarme de que no la lastime ni nada parecido.
Pablo: Euge… Euge, yo no sé lo que viste, pero te lo puedo explicar. Fui un tonto, de verdad te amo, perdoname. No quise lastimarte, fue sin intención. Yo te amo, sos el amor de mi vida. Dame otra oportunidad, por favor, Euge.
Euge le agarró sus manos y las separó de su cara.
Euge: No, Pablo. Lo nuestro ya se terminó. No es la primera vez que me hacés una cosa así. Si pensabas que no me ibas a lastimar, estábas equivocado. Te perdoné una vez, pero dos ya no puedo. Ahora andate, nada de lo que hagas va a cambiar mi decisión, y si hubo alguna posibilidad de que te perdone, se perdió al ver tu actitud de recién. Sos un inmaduro. Y eso no es lo que yo quiero para mí. Ya está, andate.
Pablo (alejándose de Euge): Está bien, está bien. Yo ahora me voy. Pero te aviso que esto no va a quedar así, tenemos una conversación pendiente.
A penas Pablo cruzó por la puerta, se la cerré en la cara. Busqué las llaves, por las dudas. Una vez que estuvo bien cerrada, escuché un llanto. Fui hasta el living, y la vi a Euge tirada en el sillón llorando. Me acerqué a ella.
Nico: Euge, contame.
Euge (tratando de hablar a través de las lágrimas): Pablo me engañó con otra chica. Nosotros vivíamos juntos, pero él se fue unos días a la casa de sus papás porque supuestamente ellos se iban de viaje, y él quería estar con ellos hasta que se vayan. Y yo fui a visitarlo, para hacerle compañía. Pero resulta que nada de eso es cierto. Él se fue a la casa de sus papás para poder estar con otra chica. Y cuando llegué…
Euge se largó a llorar de nuevo. Yo me senté a su lado y la abracé para contenerla.
Nico: Si no querés no lo cuentes, ya está.
Euge: Nono, quiero contártelo. Necesito desahogarme y vos sos el único que me entiende.
Nico: Bueno, está bien, pero tratá de tranquilizarte.
Euge: Cuando llegué, los vi acostados en el sillón.
Nico: Pero… eso no tiene nada de malo.
Euge me miró.
Euge: Estaban desnudos, Nico.
Me quedé callado. No lo podía creer. Ahora me arrepentía de no haberle pegado más veces cuando tuve la oportunidad.
Euge me abrazó y nos quedamos así, ella llorando y yo tratando de contenerla. Unos minutos después, paró de llorar y levantó la cabeza. Me tocó la mandíbula, y sentí un dolor punzante.
Euge: Tenés toda la boca hinchada, dejame traer algo para curarte.
Y antes de que pudiera decir algo, ella se levantó y se fue. Volvió al instante con un kit para emergencias. Mientras ella me curaba la herida, yo solo podía mirar sus labios. Se me vino a la mente el momento en el que jugábamos mientras cocinábamos la pizza. Suena loco, pero en ese segundo en el que estuvimos a punto de besarnos, todo cambió.

Cuenta Euge…

Después de que le terminé de limpiar la herida, fuimos a comer. Tratamos de no hablar de lo sucedido. Con cualquier otra persona hubiera sido difícil, pero con él no. En unos segundos encontramos temas completamente diferentes para hablar. Contamos chistes, hablamos de cualquier cosa. Por un momento me había olvidado de todo, solo estábamos él y yo.
Esa noche, no pude dormir. Estaba acostada en el sillón mirando el techo, recordando todo lo sucedido en el día. Me acordé de la guerra de comida y de cuando estuvimos completamente pegados, a punto de besarnos. Ese momento cambió todo. Y al principio me cuesta creerlo: que en tan solo unas horas me olvide del hombre al que amé por un largo tiempo, y me enamore de otro. Pero luego recordé que a Nico lo conocía de muchos años, y que si volvía el tiempo atrás, nunca fuimos solamente amigos. Siempre hubo algo. Estuve más de media hora dando vueltas en la “cama” tratando de dormir, pero no podía. Necesitaba estar entre sus brazos, sentirme segura. A pesar de ser positiva, no podía dejar de pensar en la amenaza de Pablo. Por eso me levanté y fui a la cama de Nico. Llegué a su cuarto y abrí la puerta lentamente. Estaba tapado hasta la cintura, por lo que podía ver todo su torso desnudo. Me acerqué en puntitas de pié, levanté la sábana, y me metí adentro. Nico se despertó y me miró confuso.
Euge: Tengo miedo, no puedo dormir pensando en lo que dijo Pablo. ¿Te molesta si me quedo con vos?
Nico: Nono, quedate.
Se corrió un poco, dejándome espacio. Su cama era de una sola plaza, por lo que estábamos muy apretados. Él estaba solamente en boxers y yo en ropa interior. Sentía su abdomen en mi espalda. Al principio pensé que él ya se había quedado dormido, pero sentía su mirada clavada en mi nuca.
Euge: ¿Nico?
Nico: ¿Si?
Euge: Prometeme que me vas a cuidar y que no vas a dejar que ni Pablo ni nadie me haga nada malo.
Nico: Pablo no va a volver, quedate tranquila.
Me di vuelta, quedando nuestros pechos pegados.
Euge: Prometemelo.
Nico me acarició el rostro dulcemente.
Nico: Te lo prometo.
Acerqué mi rostro al suyo. Mi deseo era besarlo intensamente en ese preciso instante, pero preferí disfrutar el momento y que se dé como se tenía que dar. Nos acercamos y finalmente, sin interrupciones, nuestros labios se tocaron. Poco a poco nuestros labios se fueron separando, y el beso se volvió más intenso. Lentamente, Nico se fue poniendo sobre mí, intensificando todavía más el beso.
Nico: No sabés hace cuanto estoy esperando este momento.
Euge: Yo también.
Y volvió a besarme. Entonces yo me di vuelta bruscamente, quedando yo sobre él. Pero besarlo no era suficiente. Quería sentirlo más cerca de mí. Al principio tenía miedo, ya que yo nunca lo había hecho con nadie. Pablo muchas veces me insistió para que tengamos sexo, pero yo no quería. No me sentía lista. Pero ahora sí. Mis manos se deslizaron hasta el abrochador del corpiño, desabrochándolo. Me lo saqué lentamente. Nico me miraba como si fuera lo más hermoso que hubiera visto. Volví a besarlo, completamente lista.
Nico: Euge… pará. No nos dejemos llevar por el momento. No estamos preparados, no tenemos nada para protegernos, y no quiero que tu primera vez sea así. Esto puede esperar, limitémonos a dormir.
Nico tenía razón. Volví a abrocharme el corpiño, y me acosté a su lado. Dormimos así, juntos, completamente felices.

Mientras tanto con Peter y Lali…

Continuará…
~Frente a ti es fácil ser sincera, lo quiera o no lo quiera, no encuentro otra manera... Hasta ahora hemos sido amigos, y eso me bastaba, yo no buscaba mas... Dime que hiciste, dime que cambio dentro de mi,para cruzar la cruzar la linea entre tu y yo, lo que me convenció.

Bueno, el capítulo fue medio largo, y los dejé con la intriga de lo que pasó entre Peter y Lali, pero la novela necesita un momento Niceuge. Espero que les haya gustado, en uno o dos días publico el otro capítulo :)

14 comentarios:

  1. Subi mas esta re buena. Para mi la mano que tiene en la espalda Lali es de Peter
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Muuuuuuy lindo capituulo!! Que malo pablo :( Igual mejor asi euge se queda con nico <3 Chicas por favor despues cuando suban su otra novela pasen el link o algo asi la podemos leer!! un Beso!

    ResponderEliminar
  3. Buenisimaaa, me encanto la guerra de comida!!! jajaja, por favor quiero que sea un ex!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! no se que sea Fernando Dante. cuando estuvo en high school musical el desafio, o el que hizo de Lucas en los Unicos, ellos en aquel tiempo eran bastante lindos!!

    ResponderEliminar
  4. Hoy a la noche se viene capitulo nuevo

    ResponderEliminar
  5. Siiii por fin Niceuge!!! no tengo nada en contra de pablo pero no me gusta para eugee... Me parece que la persona que le toca la espalda a lali es su hermanoo!! ojala!! y ojala haya Gaslochiii!!! Un beso chicas! sigan asii!

    ResponderEliminar
  6. Graciiias x los comentarios hermosos! Hoy se me corto la luz como cuatro horas, ahora esta relampagueando mucho y por miedo a que se me queme la compu la tuve que apagar! Asi que cuando los relampagos pasen, voy a prender la compu y voy a escribir el capitulo! Besoos

    ResponderEliminar
  7. See, estamos igual, recien entre pero la tengo prendida hasta ahi no mas por la tremenda tormenta que hay :( en cuanto puedas subilo:) esta re bueno este capitulo, la verdad esta hermoso!

    ResponderEliminar
  8. Al final, chicas por tema de por la tormenta y los cortes de luz, terminé prendiendo la pc a las 2:30 de la madrugada! Mañana les prometo que lo subo si o si!

    ResponderEliminar
  9. ayy xq sos asi cuando subis???? awww ves lo q hacesme haces leer novelas tontas!!:( subiii xq me tengo q poner a leer las otras nove q no sos muy interesanes.. asiq subiiiii

    Cintia

    ResponderEliminar
  10. Que lindo capituloo! hermoso, espero re re re ansiosa el que sigue!! un beso genias!! :)

    ResponderEliminar
  11. Chicas ayer estaba x subir el capitulo, tenia todo listo y se me corto la luz, se rompio algo del rotulador de mi fase de luz (les cuento mas o menos lo que se xq mi papa me conto, y lo probable es que este varios dias sin luz! No saben lo feo que es... En cuanto me ande la luz y la compu, subo el capitulo, si? Porfis, no se enojen, quiero usar una compu ya! Y estoy desde el celu en una red q encontre, veremos cuanto dura mi celu... ya me quedan dos rayitas! Bueno, besoos

    ResponderEliminar
  12. Chicas, al final ya me dijeron que hoy a la tarde van a arreglar el problema!

    ResponderEliminar