Capitulo 2 de: "Sos mi guía"

En el Capítulo Nº1 de 'Sos mi Guía':
Euge se limitó a sonreir. Hiso un movimiento con la mano indicandole a alguien que viniera y apareció ante mi vista algo...como explicarlo...raro. Era lindo, muy lindo, y definitívamente un buen candidato, pero sin embargo no me importó. Lo miré como miraba a cualquier chico. Hasta que me miró. Sus ojos marrones me hipnotizaron y, por algun motivo, sentí que no podría alejarme de él.

Capítulo Nº2: Te presento a Peter.
Nunca creí en el amor a primera vista. De echo, no sabía si lo que me pasaba era amor a primera vista o una simple atracción. Pero lo sierto es que, aunque no sabía como se llamaba ni nada, sabía que ese chico era especial y distinto. Euge interrumpió ese momento con su risa histérica.
Euge: Lali, te presento a Peter. Peter, te presento a Lali.
Hiso un movimiento con la mano indicando respectivamente quién era quién. 
Peter: Mucho gusto Lali.
Lali: Igual.
Me acercó su mano como para darme un apretón. No me pareció un comportamiento muy caballeroso, pero se la estreché de todas maneras. Lo que sentí fué único e inolvidable. La realidad es que había tenñido varios novios, pero nunca sentí algo tan fuerte. Apenas toqué su suave piel, mi corazón empezó a latir enloquecidamente y sentía que un fuego me quemaba por dentro. Pero no era uno de esos fuegos que quemaban, solo me calentaba y me sentía a gusto. Euge me miró y con un gesto de la cabeza me indicó que tenía que soltar la mano de Peter. No me había dado cuenta. Le había agarrado la mano y se la estaba apretando. La solté enseguida y me morí de vergüenza. Euge y Peter se rieron. Yo solo sonreí.
Euge: Bueno Laa, arreglé para salir con Piit a comer asi que nos vemos después. Chau.
Lali: Eh..si, claro...diviértanse...Chau.
Y se fueron. Sin siquiera preguntar si los quería acompañar. Me inundó al furia por dentro. Jamás había sentido celos. Me senté en la banca donde antes estaba sentada Eush, tratando de calmarme. No culpaba al chico de irse con Euge. Nadie como él se figaría en mi. Solo era una chica normal que no tenía nada para ofreserle. 
Seguí asi, durante todo el día, sentada, esperando. Lo mismo me había pasado esta mañana. Sabía que algo pasaría, pero no sabía con exactitud qué. Empezó a oscureser y comenzó a llover. Al principio en suaves y pequeñas gotas de lluvia, pero luego comenzó a dilubiar. Estaba completamente empapada. Me paré y comenzé a caminar en dirección a mi casa. No tenía ganas de tomar un Taxi, por lo que solo caminé. Era una tonta. Estube todo el día sentada en un banco de plaza en lugar de hacer algo útil con mi vida. Estaba por llegar a mi casa cuando me tropecé. Caí al suelo y me lastimé la pierna. Me miré y noté una pequeña raspadora en la pierna derecha. Traté de pararme y lo único que conseguí fue caerme otra vez. Sentí unos pasos detrás mio. Miré para atrás y mi vida tomó color nuevamente. Sonreí para mis adentros. Estaba feliz.

Continuará...
~Tal vez no nacimos para estar juntos, pero solo tú eres capáz de alegrar mis días.